sábado, 11 de junio de 2011


La ingestión de cuerpos extraños (CE) es una entidad de rara ocurrencia, siendo más frecuente en niños (80%), ya sea en forma accidental o intencional. Entre los adultos, los grupos de mayor riesgo son los pacientes ancianos con prótesis dentales, pacientes con alteraciones mentales y reclusos de centros penitenciarios con fines de auto lesión

Estos dos últimos grupos de personas ingieren CE voluntariamente y algunos en forma recurrente con los más diversos fines, . También es amplia la variedad de objetos ingeridos. En cuanto a los pacientes que usan prótesis dentales, éstos suelen no percatarse de su ingestión debido a la disminución de la sensibilidad del paladar.

La mayoría de los CE progresan espontáneamente a través del tracto digestivo, avanzando sin producir mayor daño . Por el contrario, cuando los CE tienen potencial peligro debido a su forma o tamaño, deben ser removidos.

El manejo debe ser conservador en lo posible, con cirugía indicada sólo en caso de complicaciones o fracaso de la extracción por endoscopía, que es el método de elección.

En este caso os presento un paciente psiquiátrico que ha presentado la ingestión voluntaria y recurrente de CE, en este caso podemos ver los enchufes del cable de televisión, por su forma y tamaño la progresion por via natural es el tratamiento mas adecuado.
El paciente que ha realizado esta ingesta de cuerpo extraño padecía los siguientes trastornos

- Trastorno conductual secundario con ingesta voluntaria de cuerpos extraños.
- Personalidad anormal de tipo limítrofe o “ borderline”.
- Intentos de suicidios múltiples
.

El 70% de las mujeres en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato en su infancia o adolescencia.

El 70% de las mujeres en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato en su infancia o adolescencia.

“El 70% de las mujeres que está en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato físico o psicológico, e incluso violencia sexual durante su infancia o adolescencia. Y ese antecedente de evento traumático pocas veces se tiene en cuenta para que reciban una atención específica”, así lo asegura el sociólogo Lorenzo Pardo, que participó en la V jornada nacional Mujer, Opiáceos y Patología Dual, que se desarrolló en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ)

La jornada, organizada por la Sociedad Española de Patología Dual y a la que han asistido más de 200 profesionales aborda cuestiones como el uso y tratamientos con opiáceos desde una perspectiva de género, la adicción a los opiáceos en casos de estrés postraumático o los trastornos de personalidad que pueden generar este tipo de sustancias.

“Hay muy pocos estudios en patología dual sobre mujeres. En general, la mujer es casi invisible en los ensayos clínicos en psiquiatría y drogodependencias. De cada cuatro pacientes en tratamiento sólo uno es mujer, y ellas sufren más el estigma y el rechazo social de esta enfermedad; por ello también les cuesta más superar las barreras para pedir ayuda especializada y solicitar tratamiento”, señaló a su vez el psiquiatra Bartolomé Pérez Gálvez, coordinador de la jornada.

La patología dual es un término médico que se aplica para designar la existencia simultánea de un trastorno adictivo y un trastorno mental en una misma persona. Así pues, se puede considerar como la interrelación entre los trastornos adictivos y los trastornos mentales.

El análisis de género en este campo es relativamente reciente, a pesar de que según los expertos, el hecho de ser varón o mujer condiciona y conforma tanto la expresión de la adicción, como de los otros trastornos psiquiátricos que coexisten de forma habitual.

Los distintos ponentes dedicarán la jornada a analizar en sus exposiciones los diferentes efectos del abuso de sustancias; las necesidades de tratamiento y protocolos específicos que se deben contemplar al tratar a estos enfermos en función de su sexo; el consumo de opiáceos frente al dolor, o en casos de estrés postraumático; o los trastornos de personalidad que pueden generarse.

Los opiáceos siguen registrando una elevada prevalencia clínica en el campo de las drogodependencia, al tiempo que mantienen cierta estabilidad en términos de consumo entre la población. En los últimos años hemos asistido a la aparición de nuevos patrones de consumo que siguen ofreciendo diferencias específicas en la mujer.


Como dato a reseñar, el psicólogo clínico Manuel Araújo manifiesta en sus conclusiones que “el Trastorno por Estrés Postraumático entre mujeres con abuso/dependencia de drogas oscila entre el 30 y el 43%”. Asimismo, en su conferencia, Araújo asegura que la prevalencia del Trastorno por Estrés Postraumático en mujeres es más alta que en hombres”

Diversos estudios, como los utilizados en su ponencia por el psicólogo clínico Juan José Moro apuntan que las mujeres opiómanas hacen uso de esta sustancia en mayor medida como “automedicación”, mientras que en los varones destaca el uso “lúdico-experimental”. En su exposición, este psicólogo clínico también menciona entre sus conclusiones que “en la patología dual femenina despuntan los trastornos de tipo ansioso-depresivo” frente a los “de personalidad y antisociales en la patología dual masculina”.

En esta reunión profesional, también se tratarán temas como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un trastorno complejo que a menudo queda oculto o ignorado especialmente en mujeres, que son diagnosticadas y tratadas por otras patologías, con síntomas solapados. “El TDAH es un factor de riesgo de un inicio precoz del consumo de drogas y un paso más rápido del abuso a la dependencia”, señala el psiquiatra José Martínez Raga, quien añade que “el 20% de los pacientes que consultan por trastorno de uso de sustancias tienen TDAH y su evolución es más grave”.

El objetivo de la Sociedad Española de Patología Dual al plantear estas jornadas es abrir una reflexión sobre la necesidad de abordar los tratamientos a las mujeres teniendo en cuenta sus diferencias tanto neurobiológicas como psicosociales; a la vez que replantearse el modo en que éstas acceden a tratamiento para que les sea más fácil estar dispuestas a recibir la ayuda que necesitan, sin temor al rechazo social y sus posibles consecuencias.

El encuentro se desarrollará durante toda la jornada entre las 9:30 horas y las 20:00 horas y, entre otros, contará con la presencia del presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, Néstor Szerman.

Szerman ha señalado durante la inauguración de la jornada que eventos como el celebrado en Alicante muestran el interés clínico de los profesionales por “la situación de asimetría que sufren las mujeres con cuadros de patología dual” y ha reafirmado el compromiso de la SEPD por estudiar estos casos y su relación con las sustancias adictivas como el tabaco, el alcohol y ahora los opiáceos.

El 70% de las mujeres en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato en su infancia o adolescencia.

El 70% de las mujeres en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato en su infancia o adolescencia.

“El 70% de las mujeres que está en tratamiento por abuso de drogas ha sufrido maltrato físico o psicológico, e incluso violencia sexual durante su infancia o adolescencia. Y ese antecedente de evento traumático pocas veces se tiene en cuenta para que reciban una atención específica”, así lo asegura el sociólogo Lorenzo Pardo, que participó en la V jornada nacional Mujer, Opiáceos y Patología Dual, que se desarrolló en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ)

La jornada, organizada por la Sociedad Española de Patología Dual y a la que han asistido más de 200 profesionales aborda cuestiones como el uso y tratamientos con opiáceos desde una perspectiva de género, la adicción a los opiáceos en casos de estrés postraumático o los trastornos de personalidad que pueden generar este tipo de sustancias.

“Hay muy pocos estudios en patología dual sobre mujeres. En general, la mujer es casi invisible en los ensayos clínicos en psiquiatría y drogodependencias. De cada cuatro pacientes en tratamiento sólo uno es mujer, y ellas sufren más el estigma y el rechazo social de esta enfermedad; por ello también les cuesta más superar las barreras para pedir ayuda especializada y solicitar tratamiento”, señaló a su vez el psiquiatra Bartolomé Pérez Gálvez, coordinador de la jornada.

La patología dual es un término médico que se aplica para designar la existencia simultánea de un trastorno adictivo y un trastorno mental en una misma persona. Así pues, se puede considerar como la interrelación entre los trastornos adictivos y los trastornos mentales.

El análisis de género en este campo es relativamente reciente, a pesar de que según los expertos, el hecho de ser varón o mujer condiciona y conforma tanto la expresión de la adicción, como de los otros trastornos psiquiátricos que coexisten de forma habitual.

Los distintos ponentes dedicarán la jornada a analizar en sus exposiciones los diferentes efectos del abuso de sustancias; las necesidades de tratamiento y protocolos específicos que se deben contemplar al tratar a estos enfermos en función de su sexo; el consumo de opiáceos frente al dolor, o en casos de estrés postraumático; o los trastornos de personalidad que pueden generarse.

Los opiáceos siguen registrando una elevada prevalencia clínica en el campo de las drogodependencia, al tiempo que mantienen cierta estabilidad en términos de consumo entre la población. En los últimos años hemos asistido a la aparición de nuevos patrones de consumo que siguen ofreciendo diferencias específicas en la mujer.


Como dato a reseñar, el psicólogo clínico Manuel Araújo manifiesta en sus conclusiones que “el Trastorno por Estrés Postraumático entre mujeres con abuso/dependencia de drogas oscila entre el 30 y el 43%”. Asimismo, en su conferencia, Araújo asegura que la prevalencia del Trastorno por Estrés Postraumático en mujeres es más alta que en hombres”

Diversos estudios, como los utilizados en su ponencia por el psicólogo clínico Juan José Moro apuntan que las mujeres opiómanas hacen uso de esta sustancia en mayor medida como “automedicación”, mientras que en los varones destaca el uso “lúdico-experimental”. En su exposición, este psicólogo clínico también menciona entre sus conclusiones que “en la patología dual femenina despuntan los trastornos de tipo ansioso-depresivo” frente a los “de personalidad y antisociales en la patología dual masculina”.

En esta reunión profesional, también se tratarán temas como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un trastorno complejo que a menudo queda oculto o ignorado especialmente en mujeres, que son diagnosticadas y tratadas por otras patologías, con síntomas solapados. “El TDAH es un factor de riesgo de un inicio precoz del consumo de drogas y un paso más rápido del abuso a la dependencia”, señala el psiquiatra José Martínez Raga, quien añade que “el 20% de los pacientes que consultan por trastorno de uso de sustancias tienen TDAH y su evolución es más grave”.

El objetivo de la Sociedad Española de Patología Dual al plantear estas jornadas es abrir una reflexión sobre la necesidad de abordar los tratamientos a las mujeres teniendo en cuenta sus diferencias tanto neurobiológicas como psicosociales; a la vez que replantearse el modo en que éstas acceden a tratamiento para que les sea más fácil estar dispuestas a recibir la ayuda que necesitan, sin temor al rechazo social y sus posibles consecuencias.

El encuentro se desarrollará durante toda la jornada entre las 9:30 horas y las 20:00 horas y, entre otros, contará con la presencia del presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, Néstor Szerman.

Szerman ha señalado durante la inauguración de la jornada que eventos como el celebrado en Alicante muestran el interés clínico de los profesionales por “la situación de asimetría que sufren las mujeres con cuadros de patología dual” y ha reafirmado el compromiso de la SEPD por estudiar estos casos y su relación con las sustancias adictivas como el tabaco, el alcohol y ahora los opiáceos.

sábado, 7 de mayo de 2011

Las alteraciones nutricionales son muy frecuentes en pacientes adictos, y su valoración resulta fundamental en la práctica clínica diaria.

La mala nutrición y desnutrición integran la lista de daños frecuentes entre las personas adictas al alcohol y otras sustancias tóxicas. Pero poco se conoce sobre los aspectos nutricionales en el tratamiento de rehabilitación de las mismas, aunque cada vez son más las voces expertas que abogan por un abordaje nutricional paralelo a su terapia.

Así lo cree Benjamín Climent, especialista de Medicina Interna y responsable de la Unidad de Toxicología Clínica y Desintoxicación Hospitalaria del Hospital General Universitario de Valencia, quien destaca que "las alteraciones nutricionales son muy frecuentes en pacientes adictos, y su valoración resulta fundamental en la práctica clínica diaria". A su juicio, eso debe traducirse en una "adecuada intervención adaptada a la situación clínica" concreta de cada paciente, que tenga en cuenta no solo su adicción, sino otras posibles patologías y cualquier circunstancia vital que pueda influir sobre el proceso rehabilitador.

Climent reconoció que la valoración nutricional puede ser complicada en unos pacientes cuya realidad cotidiana suele plantear dificultades de intervención y seguimiento y que a veces presentan patologías crónicas con recaídas. En el caso del alcohol, por ejemplo, su abuso afecta a todo el organismo, y a su efecto tóxico directo se añade la malnutrición derivada de malos hábitos dietéticos -sus calorías hacen reducir la necesaria ingesta alimentaria-, una peligrosa suma que favorece múltiples patologías.

En esa situación, el experto apuesta por el abordaje nutricional paralelo a la terapia antialcohólica, que descansaría sobre una triple base. Por una parte, la abstinencia del alcohol. Por otra, una modificación de hábitos alimenticios para dar paso a una adecuada dieta saludable. Y también la incorporación de suplementos nutricionales, vitamínicos, minerales y proteicos para remediar los déficits y efectos negativos del anterior estado nutricional.

Climent también se refirió a las consecuencias neurológicas asociadas a la adicción o la malnutrición paralela. Un campo que abre nuevas perspectivas de investigación sobre el papel de los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 desde varias perspectivas, como "factor patogénico" -su ingesta deficiente podría estar "implicada en desórdenes psiquiátricos"--, por su "función neuroprotectora" o incluso por su rol "terapéutico". Se necesitan "más estudios para dar respuesta" a tales hipótesis, remachó.